domingo, 30 de noviembre de 2008

Termina el mes de más actividad del año

La Blogmática ha estado algo abandonada las últimas semanas. Pido disculpas a todos. No he dado abasto. Junto a la necesaria prepraración de mi última estancia en Alemania de este año (y van tres, vaya empacho que llevo), he estado de tourné congresil. Y es que noviembre es un mes de mucha actividad universitaria en forma de cursos, jornadas y conferencias de todo tipo. La razón de que ello sea así, de que sea, probablemente, el mes en el que más jornadas científicas se realizan, es doble: por una parte es un buen mes para los estudiantes: todavía no hay exámenes pero ya están en la dinámica universitaria (octubre es demasiado pronto, diciembre demasiado tarde); por otra es el mes en el que terminan muchos plazos de gestión económica relacionados con proyectos de investigación y otros fondos económicos que son los que nutren de actividad formativa extra-ordinaria a los investigadores y profesores de la universidad. Antes del 30 de noviembre debe estar gastado el presupuesto, y por eso suele ser habitual que las jornadas y demás actividades se realicen básicamente en ese momento. Siempre al final, podríamos decir. Pero en muchos casos ni siquiera es así: las ayudas se conceden en octubre, y el plazo se termina en noviembre ¿Cómo quieren que se realice una acción especial de I+D+i, o un proyecto de investigación en menos de dos meses? Pues pasa lo que pasa.

Lo cierto es que el fomento de la investigación no está realmente bien pensado en la mayoría de los casos. Está claro que la responsabilidad de que un proyecto de investigación sea inútil, malo, potable, bueno o útil depende básicamente de los investigadores que, en muchas ocasiones, no están pensando cuando lo piden en los objetivos del proyecto sino en los objetivos del dinero que se invertirá en el mismo. Pero también es cierto que no se puede pretender que se realice un proyecto de investigación de un año en un més; que no resulta lógico que los investigadores que hayamos sido IPs, aunque fuera de un proyecto de nimia financiación, ya no podemos pedir nada en nuestra comunidad autónoma sino es que somos IPs de cuatro proyectos nacionales (¿cómo porras vamos a serlo entonces?); que no puede seguirse aceptando que uno se tenga que ir de estancia de investigación tres o cuatro meses sin saber si le van a financiar uno, dos, tres o cero de ellos, tres o cuatro meses después de volver. Pero eso sí, todo tiene que estar justificado con siete copias y siete meses de adelanto, faltaría más.

El caso es que en noviembre, al final, todo el mundo organiza algo porque por lo menos así se pueden conocer nuevas tendencias, nuevas ideas y nuevos investigadores. Se podría hacer mucho más, pero a veces no es fácil. A, y todo esto venía al hilo de que he estado en Granada, Valencia, Elche y Orihuela, he conocido a Pablo Sánchez Ostíz y a Cancio Meliá, dos grandes penalistas a los que admiro, y no he tenido tiempo de haceros caso.

Ahora me voy a Alemania. En Tübingen está nevando. A las 5 es de noche. Voy a tener mucho tiempo. Prometo postear.

Un saludo.

Fernando Miró Llinares.

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