miércoles, 12 de noviembre de 2008

Ya están aquí…

En efecto, según nos indica el periódico portavoz, la reforma del Código Penal en materia de penas y medidas post-delictuales está a punto de llegar:

“Los terroristas que cometan atentados y sean detenidos a partir de la aprobación de la reforma del Código Penal que prepara el Gobierno sufrirán condenas casi perpetuas. La reforma legal establecerá, además de la pena máxima para los asesinatos terroristas (40 años de cumplimiento dentro de la cárcel), otra accesoria de entre 1 y 20 años de libertad vigilada, con más de 10 medidas preventivas que deberán cumplir los condenados y que limitarán bastante sus posibilidades de movimiento cuando regresen a las calles.”
Añade además la noticia que “el juez someterá al condenado al cumplimiento de una o varias obligaciones de las comprendidas en una lista de más de 10 medidas, según el proyecto que ultiman estos días distintos departamentos del Gobierno”. Entre ellas están “la presentación periódica en un lugar que establezca el juez; la prohibición de vivir cerca de las víctimas, de comunicarse con ellas o acudir a determinados lugares; la de no abandonar el lugar de residencia sin permiso judicial y la de no desempeñar determinadas actividades que pudiera aprovechar para cometer delitos similares a aquellos por los que fue condenado”. Incluso se añade en el proyecto, según nos dice El País, la posibildad de permitir al Juez “utilizar medios electrónicos (pulseras de control telemático, similares a las que se utilizan para condenados por violencia machista y para el control de los presos en tercer grado, o semilibertad) que le permitan la localización y el seguimiento permanente del terrorista excarcelado”.
Está claro que habrá que esperar a ver la reforma para discutirla con profundidad. Pero lo que es evidente es que se produce un cambio sustantivo en el sistema punitivo español, y habrá que estar atentos al auténtico alcance de estas medidas. En todo caso me hace gracia una de las últimas frases del artículo de El País: “con esta medida legal, el Gobierno cierra el abanico de reformas para endurecer al máximo el castigo a los terroristas. El escalón inmediatamente superior (la cadena perpetua) ha sido descartado por los dos partidos con posibilidades de gobernar España (PSOE y Partido Popular), ya que ambos coinciden en que vulnera la Constitución”.
Mi pregunta es ¿Y la posibilidad de 20 años de libertad vigilada qué es? La pregunta va en serio, no es retórica. Realmente no tengo todavía claras las cosas, si me parece todo mal o algo regular. ¿Qué os parece a vosotros?

Fernando Miró Llinares

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que es una reforma populista, como sus impulsores. Renuncian a disponer de una política criminal coherente y homogénea, sacrificándola en función de las principales demandas populares en un momento concreto.

El cambio en la constitución no creo que sea óbice para implantar la perpetua, si realmente la desean. La constitución va a cambiar para que reine Leonor sin mayores traumas, y sino al tiempo.

Lo que ocurre es que declararse partidario de la cadena perpetua, pese a ir en consonancia con las demandas sociales, es un arma arrojadiza. Y PP y PSOE lo saben mutuamente, en este juego repugnante y nauseabundo de las cortes legislativas.

Descaradamente quieren implantar una perpetua que, sin serlo propiamente, se le asimila.

MEDIAS TINTAS...

Anónimo dijo...

Por cierto Fernando, desde tu punto de vista... ¿Cual deberia ser la respuesta político criminal del Estado al fenómeno terrorista en general, y al etarra en particular?

Yo pienso que debe abarcar inexcusablemente una vertiente de concienciación social, y otra represiva. Pero nunca lo uno sin lo otro.

Anónimo dijo...

Ha caido el "txeroki". Que casualidad.

Vale la pena meditar lo que significa esta detención. Con ella, prácticamente el “sector duro” de ETA ha entrado en el “frente de makos”, esto es, en la trena. Muchos no tienen esperanzas de salir en los próximos 20 años. Habida cuenta de que tienen entre 25 y 30, van a pasar a la sombra los mejores años de su vida. Poco, para unos asesinos para los que cuatro paredes para un castigo son tres de más.

De los que se opusieron al surrealismo zapateriano expresado en el “proceso de paz”, ya no queda prácticamente ninguno en libertad.

¿Casualidades de la vida?

Anónimo dijo...

Autobahn ten cuidado, tal vez mañana veas un mercado a dos tipos pidiendo firmas para tu inminente ejecución el plaza pública, y si tienes la inmensa desgracia de que cerca tengan una cámara de tv, tu juicio es inminente.

Un viejo de Minessota que fue visionario por los 60 decía que "La Muerte no es el final". Si se entera el personal la próxima reforma puede ser gloriosa. Al final tu nieto perderá la virgnidad en un bis a bis, por los delitos de un abuelo agitador.

José Antonio Espinosa
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